Castello e fortificazioni
Castillo del Emperador
El Castillo del Emperador es el testimonio más significativo en Italia centro-septentrional de la escuela arquitectónica que se desarrolló en torno a la personalidad fascinante de Federico II (1194-1250), Emperador del 2° Imperio de Occidente, de la famiglia Hohenstaufen de Suabia.
Se presume que el edificio fue levantado durante los años 1242-1248. El arquitecto Riccardo da Lentini, ya famoso por haber cuidado la realización de algunos castillos en Sicilia, colaboró con Federico de Antioquía (hijo de Federico II) en su construcción.
La estructura está emplazada sobre cuatro torreones principales de forma cuadrada cuyos vértices extremos indican los puntos cardinales. La muerte de Federico II y el declino de la política imperial en Toscana impidieron completar las partes internas del Castillo que sólo en época sucesiva fueron adaptados a las diferentes necesidades (cuartel y luego cárcel militar).
En los años Treinta de este siglo fue parcialmente restaurado.
En el uso de los materiales (la caliza, con tonos que varían del blanco al gris y el serpentín o verde de Prato) adopta una decidida referencia a la típica bicromía toscana romano-gótica, en boga también en los edificios eclesiásticos. Una apertura sobre la parte oriental conectaba el Castillo por medio de un corredor sobrealzado (alcázar del Castillo) a la muralla defensiva de puerta Florentina.
Una escalera caracol de caliza da acceso a los corredores desde los cuales se disfruta de una amplia vista sobre el territorio, hacia Florencia y Montalbano. Desde 1975 el castillo del Emperador está abierto al público y recibe exhibiciones públicas en el vasto claustro interior.
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